sábado, 28 de mayo de 2011

Las tallas de ropa, cada vez más pequeñas, empujan a la anorexia a miles de adolescentes.

Vestirse supone cada vez un mayor problema para miles de adolescentes y jóvenes. Las tallas no son sólo más pequeñas, de forma que la 40 de hoy equivale a la 38 de hace pocos años, sino que muchas tiendas juveniles no ofrecen tallas más grandes. Las pasarelas de modelos son las que marcan la tendencia, pero el bombardeo de cuerpos extremadamente delgados también ha llegado a los dibujos animados. La terrible consecuencia es que muchas jóvenes empiezan a enfermar en los probadores. La anorexia, que afecta cada vez a personas más jóvenes. 
"No hace falta nada más que visitar varias tiendas de ropa juvenil para comprobar que éstas trabajan con las tallas 36 y 38, escasamente con la 40 y rara vez con la 42. Y las adolescentes no dudan en emprender dietas con tal de poder ponerse una talla cuanto más pequeña mejor", afirman las diputadas socialistas María Jesús Arrate Varela y Margarita Pin. Ambas defenderán ante el Congreso de los Diputados dos proposiciones no de ley para que se regule el tallaje y evitar que, de esta forma, se empuje a las adolescentes y jóvenes hacia la anorexia.
"Pero existe otro problema añadido -agregan-: muchas empresas de confección marcan sus prendas con unas tallas que, en realidad, corresponden a tallas inferiores. Por ejemplo, la 36 la marcan con la 38, la 38 con la 40 y así sucesivamente. De este modo, la adolescente tiene que perder el doble de peso para poder ponerse la prenda de esa talla que ella cree que es la ideal".
Para poner fin a toda esta manipulación de las tallas, el Grupo Socialista propone al Gobierno que «con la máxima brevedad posible, regule y acople las tallas europeas y americanas con las españolas y que elabore, además, la normativa correspondiente para que todas las empresas, tanto de importación como de confección de nuestro país, estén obligadas a tallar las prendas de acuerdo con esa regulación, a fin de que tallas iguales tengan las mismas medidas en todos los comercios».
También piden que el Gobierno recuerde a los diseñadores y fabricantes de ropa la necesidad de ofrecer a la juventud tallajes superiores a la 38 y 40.



ENFERMAR EN LOS PROBADORES.

La terrible consecuencia de esta reducción en las tallas de la ropa es que muchas adolescentes y jóvenes empiezan a enfermar en los probadores de las tiendas. Según Mari Carmen González, coordinadora de la Asociación en defensa de la atención a la anorexia nerviosa y bulimia (Adaner): "Las tallas son el primer motivo de queja. Muchas jóvenes empiezan a enfermar por los problemas con los que se encuentran con las tallas. Y de lo que hay ninguna duda es de que el tallaje ha bajado. En lo que antes era una 40, ahora ya no se cabe. Y así están amputando el cuerpo de la mujer. Pero, desde luego, las tallas están menguando y ahora es muy frecuente que las adolescentes no encuentren ropa en las tiendas de jovencitas y se tengan que ir a tiendas de señoras, algo que no pueden encajar".
Aunque este problema empezó hace años, ahora se está agravando y ya no sólo afecta a las clientes sino que también ha involucrado a las dependientas. «Las empleadas de muchas tiendas de jovencitas son despedidas si engordan -afirma María Carmen González-. Ellas se tienen que vestir con la ropa de la tienda y si engordan o les cambia el cuerpo, es muy normal que las despidan. Total, que tienen que estar sometidas a una dieta férrea». 
Pero donde se marca la tendencia a la delgadez extrema es en la pasarela. «Las anoréxicas, que son jóvenes muy exigentes y perfeccionistas y quieren ser las mejores en todo, piensan que no podrán triunfar si no están muy delgadas, porque para ellas ese es elmodelo de perfección y de felicidad», añaden desde Adaner.
El aluvión de cuerpos extremadamente delgados también está invadiendo los programas infantiles. «Ahora estamos muy preocupados con unos dibujos animados en los que los héroes son muy delgados, mientras que los malos están gorditos. Y pronto se va a vender en nuestro país una muñeca que es lo más parecido a una anoréxica: ojos muy grandes, cara triangular y piernas y brazos como fideos», advierte Mari Carmen González. 
Los familiares de afectados acogen favorablemente la iniciativa socialista para regular las tallas, pero recuerdan que varias proposiciones parlamentarias han sido aprobadas y con respaldo mayoritario en los últimos años. «Y no se aplican», responde Adaner.



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